Escribiendo sin medida,
como si de eso dependiera nuestra vida;
apasionados soñadores, animosos aprendices de poetas;
cada día parimos nuestras letras,
esperando dibujar sonrisas en sus rostros.
Letras van y vienen,
ideas nacen, ideas mueren;
y entre prosas y versos,
nacen con lujuria muchos besos.
Ladrones de sonrisas,
fantasmas sentimentales;
vamos con nuestras letras a toda prisa,
escribiendo para sus sueños celestiales.
Y entre letras y letras,
florece el amor,
florece la esperanza
de algo enternecedor.
De pronto lujurias,
de pronto pasión,
expresando entre las letras,
los sentirse del alma y el corazón.
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