Sediento.

Cierra los ojos y deja
que emerjan nuestras almas
sumergidas en deliciosos deseos.

Deja que estos labios secos,
sedientos de tus besos,
tus labios, el sabor de tu piel y tu sexo,
se humedezcan en el dulce néctar que emana de tu ser.

Sácame de este desierto
y llévame junto a tu oasis.
Déjame humedecer mi cuerpo
y mi ser en el manantial de tus labios,
tu cuerpo y en el delicioso sabor húmedo de tu sexo.

Aférrate a mis ganas de estar junto a ti,
a los sueños que juntos queremos cumplir
y a este sed loca de beber de tu ser.

Ven conmigo, que tengo hambre de ti.

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