Siempre quise recordar el brillo de tus ojos
perdiendose entre la esperanza de mis días.
No había especio para otra cosa que no fuera
pensarte y sentir deseos de estar a tu lado.
Quise perderme y olvidarte,
pero cada día mi locura se perdía en tu recuerdo.
No sé como olvidar tu mirar,
como escapar de tu sonrisa, tu alegría
y lo dulce de tu voz.
Ya no hay nada que decir,
solo resta dejarte un beso
y darle a nuestra historia un fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario