Noches frías que despiertan mi alma;
noches estrelladas llenas de pasíon olvidada.
Ya no recuerdo el día que fuiste mía,
el primer beso,
la primer caricia.
En cada espacio, cada esquina;
ahí donde la vida parece reiniciarse,
te encuentro en el recuerdo,
en mis anhelos y mis sueños.
Quizás, en algún devenir de la vida,
te encuentre sonriendo,
te encuentre soñando.
Hasta entonces, seremos un quizás
que no tuvo fin.