A ciegas.

Bailando a ciegas, en la oscuridad;
bailando en mis sueños,
ahí donde siempre estás.

Que vengo del sueño y
caigo a la realidad.
Y tú, dueña de los besos que deseo,
estás ahí, inmutable e infinita.

Y a ciegas, bailando entre tu mirada,
me pierdo en los besos que me das
cada noche al descansar.

¿Vida?

¿Qué me darás vida quitándome los sueños?
¿Cómo te atreves a ofrecerme libertad si me
apresa entre tus caprichos?
No busco la felicidad eterna, solo quiero
vivir cada segundo las pequeñas alegrías.

No te enamores de mi vuelo,
si no te gusta verme volar.
No pretendas darme vida,
sino me dejas respirar.

Me corrompe tu mal pensar,
tu mal amar.
Me destroza tu ironía romántica,
tu perverso y frío plan.

No me des besos de oxígeno,
sí me quitas el doble de lo que das.
Deja que vuele, que viva;
que vuele libre por el cielo azul
y aterrice confiado en tus regazos.